La última vez que lo vi, mi papá me habló de Kamchatka.
Esta vez lo entendí.
Cada vez que jugué, papá estaba conmigo
y cuando el partido vino malo me quedé con él y sobreviví.
Porque Kamchatka es el lugar donde resistir.

- Todos los meses lo cambio. Algún día va a pasar...
- Uy, usted debe pensar que soy un tarado. No me lleve el apunte.
- No, no, no, por favor…
- Lo peor de todo es que me la voy olvidando. Entonces me esfuerzo para pensr en ella todo el día, toda la noche, me desvelo para recordarla… El día que la mató, por ejemplo, Liliana me preparó té con limón. Si, porque me había escuchado toser toda la noche y me dijo que me iba a hacer bien… Y vuelvo a recuerdos así, estupideces. Y después dudo de si era con limón o con miel. Y ya no se si es un recuerdo o el recuerdo de un recuerdo lo que me queda.